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miércoles, abril 06, 2022

Juan Ramón Jiménez .- Primavera Amarilla

 Abril venía, lleno 

todo de flores amarillas;

amarillo el arroyo,

amarillo el vallado, la colina,

el cementerio de los niños,

el huerto aquel donde el amor vivía.

El sol unjía de amarillo el mundo,

con sus luces caídas;

¡ay, por los lirios áureos,

el agua de oro, tibia;

las amarillas mariposas

sobre las rosas amarillas!

Guirnaldas amarillas escalaban

los árboles; el día

era una gracia perfumada de oro,

en un dorado despertar de vida.

Entre los huesos de los muertos,

abría Dios sus manos amarillas.


                                  * Juan Ramón Jiménez.

martes, marzo 01, 2022

Rayo de luna

 



                                             

             Lola Rodríguez de Tió

             Puerto Rico: 1847-1924


[Poema - Texto completo.]

Lola Rodríguez de Tió

Blanco rayo de luna,
desciende ya, ilumina
las horas de tristeza
que oscurecen mi vida.

Desciende en la onda clara
de tu lumbre tranquila
y quebrate en mi seno
donde el dolor se abriga.
mis humedas miradas
en ti solo se fijan,
y un misterioso anhelo
consume el alma mia.

Al fulgor de tu lumbre,
de la mente indecisa
visiones vagorosas
se alzan y me acarician,
y con helados besos,
con languida sonrisa,
de mis sueños me hablan
y luego se disipan.

Blanco rayo de luna,
desciende ya, ilumina
la noche de los tristes
que por amor suspiran.

miércoles, diciembre 15, 2021

Tayasal .- Cuarentena

 El lunes me pasé oteando la libertad

paraje anegado desde la asolación,
14 días de claustro y responsabilidad colectiva
secando mi secreción.
mis pies porfiaban por viento fresco:
quisiera asir labios ajenos
emborronar banquetas con bosquejos
mapas sonoros que delaten besos,
formas escondidas entre la nieve y la ciudad,
Verme glorioso entre brazos
parece una quimera no más.
El asfalto resuena proceloso,
mis orejas son un lupanar,
una bandada de cuervos
describen la serendipia,
dos amigos que rizan mis ánimos,
calmando la oscuridad de la mar.

Las persianas las volví un socaire
frente a la mirada postindustrial,
me permiten afufar con mis canciones,
bañarme en mis propios pleonasmos míos,
píos de inmadurez y estupor a la vez.
Una multitud votiva se reúne en el espejo,
me exigen cuentas por los años vividos,
resuelven sortilegios contradictorios,
faros del inframundo interno,
símbolos oníricos escriben facturas sempiternas,
luces se escapan entre grietas,
pregonando un ritmo apenas audible:
gritar entre el silencio absorto
cocer un aspaviento a pura sonrisa,
cuánta algarabía regala un reencuentro,
 cuánto torpor aguanta un músculo,
cuántas formas nos desnudan sin resistencia,
cómo construir pirámides del amor,
el yo es un otro,
he allí … (¿?)

miércoles, noviembre 17, 2021

Rafael Alberti .- Barco carbonero

 


Barco carbonero,

negro el marinero.


Negra, en el viento, la vela.

Negra, por el mar, la estela.


¡Qué negro su navegar!


La sirena no le quiere.

El pez espada le hiere.


¡ Negra su vida en la mar!


Marinero en Tierra, poema 24

Divino dueño mío…

 




Sor Juana Inés de la Cruz

México: 1651-1695



[Poema - Texto completo.]

Sor Juana Inés de la Cruz

Divino dueño mío,
si al tiempo de apartarme
tiene mi amante pecho
alientos de quejarse,
oye mis penas, mira mis males,

aliéntese el dolor
si puede lamentarse
y a vista de perderse
mi corazón exhale
llanto a la tierra, quejas al aire,

apenas de tus ojos
quise al Sol elevarme
cuando mi precipicio
da en sentidas señales
venganza al fuego, nombre a los mares.

Apenas tus favores
quisieron coronarse,
dichoso más que todos,
felice como nadie,
cuando los gustos fueron pesares.

Sin duda el ser dichoso
es la culpa más grave,
pues mi fortuna adversa
dispone que la pague
con que a mis ojos tus luces falten.

¡Ay dura ley de ausencia!
¿Quién podrá derogarte,
si adonde yo no quiero
me llevas sin llevarme,
con alma muerta, vivo cadáver?

Será de tus favores
sólo el corazón cárcel,
por ser aún el silencio,
si quiero que los guarde,
custodio indigno, siglo frágil.

Y puesto que me ausento,
por el último valle,
te prometo rendido
mi amor, y ser constante,
siempre quererte, nunca olvidarte.

miércoles, noviembre 10, 2021

Héctor Borda Leaño .- Presencia de la coca

 Ha de bajar por un secreto canal

de rutas capilares
cerrando las heridas,
amansando la dolorosa gestación de los sueños.

Por las orillas del hambre y del cansancio
ha de ir tejiendo su ramazón
de obnubilaciones y lamentos.

Ha de ir cayendo gota a gota,
destilándose finamente
por las arterias del hombre dolorido,
hasta llegar en comunión de maleficios
al supay mineral
y en la agraria desolación de pachamama
ha de volver por el camino
de la papa y la sara
hacia el cielo infinito.

La coca ha de pasar
bajo un sombraje de casiteritas,
de rosicleres inermes en la mano del tiempo
hacia la constelación de las leyendas,
la coca retornará hacia el pasado
volviendo a mensurar la impronta de los mitos
donde se guarecen los cóndores nocturnos
en el silencio en que florecen las piedras.

La coca junto a la mueca del desprecio
se ha de ir haciendo persistencia de dios
en las entrañas del hombre.
Una quebrada geografía caminará con paso solitario,
alqamaris nativos graznarán en la oreja
del perdido
cuando hormigas minerales,
sapos, cóndores, sierpes descabezadas,
hondas raíces corroídas por el agua,
nitros en corrosión
sochapen los ojos taumaturgos
a la piedra del tiempo
con brújula de soledad y de martirio,
y en la sensación del desvarío
por la wilancha y los sahumerios
la coca ha de volver al mismo sitio.

La coca ha de bajar como clepsidra
por un secreto canal de rutas capilares
socavando a la muerte
su angurria de paz
sin dejar más caminos que el sueño.

Luis Benítez .- Las líneas del mundo

 Quien ve a las líneas del mundo

unir a la desdicha
con la alegría sin tiempo ni motivo,
a la ceguera del hombre con lo luminoso del hombre,
al cobarde, al justo, al tonto
(que asiste a la ceremonia del crepúsculo
asombrado, muy quieto, flotando sobre el agua),
nunca se vuelve altivo
a contemplar la guerra que incendia
el lugar donde vibra todo esto.
Ya nunca sueña.
Abre los ojos despierto, abre los ojos dormido.
El que ve a las líneas del mundo
servir de trampolín a los pájaros
y de escalera a las almas,
sabe por qué no vuelan
y se guarda de contarlo.
Otro será su interés:
él querrá trepar por ellas
disimuladamente, sin un solo comentario,
sin que nadie note la ausencia del desertor.
Feliz, ignorado por todos,
vagará por la tierra sin nombre
con su precioso secreto, ese momento en que espió:
él conoce signos que lo conocen,
hace su propia ley.
Y por fin, cuando se retira,
como un oscuro bulto con corazones de tormenta,
hacia la tierra oculta en esta misma tierra,
que guarda de toda noche el sol,
no olvida, ni por un momento,
que el tiempo está en su red.
Sabe que no hay milagros, sabe qué cosa son.


Algún día todo será plenitud.

viernes, noviembre 05, 2021

Rodrigo Lira .- Comunicado

 A la Gente Pobre se le comunica

Que hay Cebollas para Ella en la Municipalidad de Santiago.
Las Cebollas se ven asomadas a unas ventanas
Desde el patio de la I. Municipalidad de Santiago.
Tras las ventanas del tercer piso se divisan
Unas guaguas en sus cunas y por las que están un poco más abajo
Se ve algo de las Cebollas para la Gente Pobre.
Para verlas hay que llegar a un patio
Al patio con dos Arboles bien verdes
Después de pasar por el lado de una como jaula
Con una caja que sube y baja
Después de atravesar una sala grande con piso de baldosas
Y con tejado de vidrio
Con unas señoritas detrás de unos como mostradores
Después de subir unas escaleras bien anchas
Después de pasar unas puertas grandes
En la esquina de una plaza que se llama
'de Armas', en la esquina del lado izquierdo
De una estatua de un señor a caballo, de metal,
Con la espada apernada al caballo
Para que no se la roben y hagan daño.
Ahí, debajo de las ventanas con las guaguas,
Están las Cebollas.
No sé si podrá conseguir
Unas poquitas.
El caballero que maneja
El ascensor ese, con paredes de reja.
Me dijo que eran
para la gente pobre.
Después, dijo algo del Empleo Mínimo.
Yo tenía que irme luego a comprar un plano de Santiago
y una máquina de escribir.

(sucedido y escrito en junio de 1979).

Gonzalo Osses Vilches .- Al ver pasar a la gente

                                                                         Al ver pasar a la gente,

¿Nunca te has preguntado quiénes son?
¿Por qué luchan, qué sienten, qué hacen?
¿serán protagonistas de historias románticas,
serán esclavos de una rutina amarga,
serán juguetes del destino o marionetas de Dios?

Al ver pasar a la gente,
al caminar junto a ella, tú sientes, al igual que yo,
que no caminas entre ganadores y perdedores,
sino que sabes que caminas entre sobrevivientes.
Entre sobrevivientes de revoluciones hechas por falta de comida,
entre sobrevivientes de guerras que comienzan durante un partido de ajedrez.

Al ver pasar a la gente,
te das cuenta que paseas entre hombres y mujeres sin nombre,
hombres y mujeres indiferentes para ti,
cuyas vidas no conocemos y cuyas muertes no nos causan nada.
Son sólo muertes; muertes que leemos en los diarios matutinos,
obituarios fríos, nombres sin rostros.

Al ver pasar a la gente
¿No te gustaría conocer sus historias? ...a mí sí.
me gustaría saber de sus sueños, aprender sus razones para sobrevivir.
contar sus historias; inventándoles momentos alegres,
regalándoles felicidad.
Creo que debería empezar por mí.
creo que debo comenzar por mi historia.
Por la historia del amante abandonado.
Por la historia del amigo traicionado.
Por la historia del soñador que despierta
en medio de un torrente de mentiras verdaderas.

Serán cuentos de infiernos y cielos,
de noches con sol y días con luna,
de corazones negros cicatrizados
y ventanas por donde ya no se asoma el sol.

Es la repetición de la vieja historia,
lo mismo, pero con distintos actores.
Los mismo sentimientos entremezclados
y las mismas perversiones colectivas,
relaciones autodestructivas, valores alterados,
niños olvidados y dioses censurados.

Al ver pasar a la gente, ahora,
me doy cuento que no quiero contar historias;
es todo, es siempre lo mismo.

Tampoco contaré mi historia.
Si quieres saberla... imagínatela.
párate en una esquina
y al verme pasar con el resto de la gente,
Invéntame un final feliz.


sábado, octubre 30, 2021

María Eugenia Caseiro T.- u lengua

 Tu lengua es el país de fuego

donde no hay relojes,
donde la palabra dura y difícil,
da vueltas y vueltas
peregrinando a trancos
donde el salivajo
mancha los manteles
sin cortarle el paso.

Cuando un solo de tripas la sorprende
en el deseo de ahorcarse
envuelta en una tira de bacon,
queso horadado suizo
y un pedazo de pan,
tu lengua de azúcar
rompe las murallas de la mala palabra,
se instala en el café
después de la certeza de ser dios
prendido al paladar
por las diptongaciones.

Tu lengua es un tambor,
la gran detonación que estalla en el silencio
y no transige
ante el dolor de muelas
o ante el sueño.

Contigo dormirse
ya no es noble ejercicio de oidor
en la vigilia de tu lengua
en la inquietud;
es la resignación de oír el epitafio
ante la muerte.

Cuando vengan a buscarte
con la lengua desatada
a siete grados en la escala de Ritcher,
estaré plantada en la casmodia de negarme,
en la feroz rigidez de la sordera
para volver a la serenidad del hambre.

martes, octubre 26, 2021

Hilario Barrero .- Visitante

 Diciembre herido se congela entre


algodones sucios de una nieve extranjera,

mientras el viejo Bill se muere en Brooklyn.

Perros de soledad ladran a su mirada

de cartón mordiendo envenenados

los cristales vidriados de su vida.

Renegando ser viejo, Bill, tirita

y el zumo de manzana le condecora

su pecho lleno de óxido y metralla.

Un visitante misterioso entra,

se detiene en la ribera de la cama

fulminando la decadente escena

con su hermosa presencia.

Trae consigo la fuerza de la calle,

el ruido del vivir, la juventud,

la agresiva insolencia de su sexo,

el gozo más urgente del amor

y entre el azul lejía de su blusa

dos volcanes de lava se desbordan.

Bill le mira por un instante, tiembla,

(la toma de París, la muerte de su hija

calcinada, el divorcio de Peggy...)

maldice ser un muerto, estar amortajado

y lucha inútilmente por romper

las cadenas de oxigeno y de sangre

que encarcelan sus huesos de carbón.

Desaparece el cuerpo y huele a azufre,

infierno y carne achicharrada

en la habitación 308

del Kings Highway Hospital en Brooklyn,

donde Billy se abrasa lentamente

rodeado de tubos y de cables

en la fría mañana de diciembre.

viernes, septiembre 24, 2021

Francisco de Quevedo .- Poderoso caballero es don dinero

 Madre, yo al oro me humillo,

Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al rico y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

miércoles, septiembre 22, 2021

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita .- CANTICA DE LOORES DE SANTA MARÍA

 Quiero seguir a ti, flor de las flores,

siempre decir cantar de tus loores;
non me partir de te servir,
mejor de las mejores.

Grand fianza he yo en ti, Señora,
la mi esperanza en ti es toda hora;
de tribulación sin tardanza,
venme librar agora.

Virgen muy santa, yo paso atribulado,
pena tanta, con dolor atormentado,
en tu esperanza coita atanta
que veo, mal pecado.

Estrella de la mar, puerto de folgura,
de dolor complido e de tristura,
venme librar e conortar,
Señora del altura.

Nunca fallesce la tu merced complida,
siempre guareces de coitas e das vida;
nunca parece nin entristece
quien a ti non olvida.

Sufro grand mal sin merecer, a tuerto,
esquivo tal, porque pienso ser muerto;
más tú me val, que non veo ál,
que me saque a puerto.

martes, septiembre 21, 2021

Victoriano Crémer .- DESCUBRIMIENTO DE LA ROSA

 ¿Cómo no amar la rosa? Pero falta

descubrirla entre tanta incertidumbre,
entre tanta apariencia. ¿Quién no ama
la música si acierta a despojarse
del grito, rebotado por la sangre...?

Conozco su existencia, la sostengo
inevitablemente, como el peso
tranquilo de la luz, belleza ausente
pero cierta, que al hombre corresponde
si busca su caricia en la esperanza.

Esperamos, con hierros, más feroces
que los hambrientos tigres, y tan densos
como dormidas aguas de pantano.
Esperamos: vivimos esperando
el reino de la tierra libertada.

De la tierra evidente, sudorosa
en su preñez de muertos y metales;
fecunda y triste tierra inacabable,
que el hombre enreja, hasta cavar en ella
una profunda cárcel sin estrellas.

Encerrados vivimos. La costumbre
levanta muros, aprisiona cielos,
esparce sones, crucifica rosas,
limita los caminos y reduce
el verbo a pensamiento atormentado.

¡Pensar! ¡Oh triste sino de lo humano!
La altiva fuente de energía se hace
pozo seco de horror, sima del odio;
Porque sin viento, la agresiva nave
se pudre, quieta, sobre el mar inmenso.

Mar de sargazo, omnipotente calma
que en prisiones azules nos retiene,
en tanto el alto cielo transparece
y una paloma bíblica, en el pico
transporta del olivo su mensaje.
¿Cómo no amar la rosa...? Pero falta
descubrirla entre tanta incertidumbre.