Altamura, L., Vargas, C., & Salmerón, L. (2023). «Do New Forms of Reading Pay Off? A Meta-Analysis on the Relationship Between Leisure Digital Reading Habits and Text Comprehension». Review of Educational Research, 0(0). https://doi.org/10.3102/00346543231216463
Un equipo de la Universidad de Valencia analizó más de dos docenas de estudios publicados entre 2000 y 2022, con casi 470 000 participantes. Concluyeron que la lectura en papel mejora las habilidades de comprensión entre seis y ocho veces más que la lectura en dispositivos digitales
Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Valencia concluye que la lectura en formato impreso mejora la comprensión lectora entre seis y ocho veces más que la lectura en pantallas. Esta investigación, que analizó más de veinte años de estudios y casi 470 000 participantes, confirma que el papel sigue siendo el medio más eficaz para fomentar una lectura profunda y comprensiva, especialmente en contextos educativos.
Una de las razones principales es que los textos digitales suelen presentar una calidad lingüística inferior. Muchas veces están escritos en un estilo conversacional, como en redes sociales, lo que limita la exposición a estructuras sintácticas complejas, vocabulario académico y razonamientos elaborados. Además, el acto de leer en pantalla tiende a ser más superficial, con un enfoque en el escaneo rápido y fragmentado, lo que perjudica la capacidad de conectar ideas y retener información.
Los resultados varían según la edad de los lectores. En niños de primaria, la lectura digital tiene un efecto claramente negativo sobre la comprensión. En adolescentes y universitarios, aunque la relación se vuelve algo más positiva, sigue siendo menos efectiva que la lectura en papel. Esto se debe en parte a que los lectores más jóvenes aún no dominan estrategias cognitivas que les permitan ignorar las distracciones digitales, mientras que los mayores han desarrollado mayor capacidad de autorregulación.
Los investigadores no están en contra del uso de tecnologías digitales, pero advierten que el aprendizaje profundo —especialmente en edades tempranas— requiere el tipo de atención, ritmo pausado y concentración que fomenta la lectura impresa. Por ello, recomiendan que las escuelas y educadores prioricen los libros físicos para desarrollar sólidas habilidades lectoras antes de introducir de manera intensiva la lectura digital.
En conclusión, aunque las pantallas ofrecen acceso rápido a una gran cantidad de información, no sustituyen las ventajas cognitivas y educativas de leer en papel. Para cultivar una comprensión lectora rica, duradera y crítica, especialmente en estudiantes, el libro impreso sigue siendo la herramienta más poderosa.
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